Mientras tanto, Thea se sentó junto a James y permaneció en silencio.

Después de un tiempo, James miró a Thomas y a Nicholas y dijo: “Abuelo, papá, no estoy interesado en participar en sus planes. Sin embargo, les prometo que no me interpondré en su camino. Hagan lo que quieran. Thea y yo viviremos aislados a partir de ahora”.

Al escuchar esto, Thomas se sintió consternado.

“James, realmente deseo que puedas echarme una mano. Eres el único que está más cerca de cruzar al noveno rango. No solo eso, sino que los Caden están asediados por enemigos por todos lados: el Príncipe de la Montaña Orquídea, la Deidad Omnisciente y la Raza Sangrienta. Todos nos beneficiamos enormemente de matar al dragón. Pronto surgirán muchos artistas marciales poderosos. Sin tu ayuda, será imposible para nosotros lograr nuestro objetivo”.

Thomas continuó: “James, realmente espero que puedas ayudarme a mí y a los Caden. Con Thea y tú a nuestro lado, solo será cuestión de tiempo antes de que los Caden dom