Un día, Wyot sintió una inusual fuente de energía procedente del exterior del Monte Hetsema. Se puso en pie de un salto y volvió los ojos en dirección al Mundo Oscuro.

Con sus poderes, Wyot pudo ver a miles de seres viajando desde el Mundo Oscuro hacia su dirección.

La tropa estaba liderada por un anciano vestido con una túnica negra. En su túnica se podía ver bordado el dibujo de una montaña.

Aquellos seres estaban a punto de pasar pronto por el monte Hetsema.

"¿Quiénes son?".

Wyot se teletransportó y reapareció a varios metros de aquella enorme tropa mientras intentaba bloquearles el paso.

"¡Piérdete!", gritó el anciano con voz grave.

Wyot se quedó momentáneamente aturdido al ser golpeado por la ensordecedora voz. Su mente se quedó en blanco durante varios segundos.

Para cuando recuperó el sentido, la tropa de seres desconocidos había desaparecido de su vista. Wyot no podía detectar su presencia ni su aura por mucho que estirara sus sentidos.

Mientras tanto, un grupo de seres había a