Capítulo 137
|| PUNTO DE VISTA DE VALERIA ||
Me quedé quieta en el umbral, con la mano ya extendida hacia la manija, cuando la voz afilada de mi padre cortó el silencio del pasillo.
—¿Adónde crees que vas?
Me giré despacio, frustrada, aunque traté de ocultarlo tras una sonrisa educada.
—Al mercado. Solo quería caminar un poco. Tomar aire fresco.
Mi padre cruzó los brazos sobre el pecho, el rostro tan rígido como el mármol.
—Estás castigada.
Aquello me golpeó como una bofetada.
—¿Cómo que castigada? ¡No soy una niña!
—Eres mi hija —respondió con hielo en la voz—. Y ya has avergonzado bastante a esta familia. A partir de ahora, no saldrás de esta casa sin mi permiso. O sin mis hombres.
Solté una risa seca, llena de veneno.
—Perfecto —espeté—. Entonces envía a tus soldaditos a buscarme.
Él entrecerró los ojos.
—No será necesario. Tendrás un nuevo guardaespaldas. Te seguirá a todas partes.
Me mordí la lengua para no gritar. Discutir con Daniel Petrov era inútil; una vez que dictaba senten