Cambiar la Santa de la Cruzada Camisa Roja por una promoción profesional valía la pena.
Todos los líderes presentes estuvieron de acuerdo en cuanto terminó de hablar.
"Tienes razón. Solo el Señor Darby está cualificado para disfrutar de tal belleza".
"Sí, es un honor para ella servir al Señor Darby".
Sus miradas se clavaron en ella mientras hablaban. No eran buenas personas y sus miradas eran lascivas.
Sin embargo, al igual que Frankilda, sabían que se beneficiarían en el futuro si le daban la Santa de la Cruzada Camisa Roja a Darryl.
"¡Hombres sinvergüenzas!".
El bello rostro de Goliry enrojeció al instante y su delicado cuerpo tembló de rabia. "¡Será mejor que me suelten o los mataré!".
Intentó liberarse mientras hablaba, pero sus puntos de acupuntura estaban sellados y sus manos y pies estaban fuertemente atados. Era inutil.
Frankilda mantuvo la calma ante los gritos de Goliry. Gritó con orgullo: "Ni siquiera sabes defenderte. ¿Cómo puedes ser tan grosera conmigo? ¿Crees qu