"¡Eres tú!".
Al ver a Darryl, Natalia corrió hacia los barrotes metálicos y empezó a gritarle. "Eres una persona despreciable. Has utilizado métodos siniestros para atraparme. Déjame ir rápido".
"¿Soy despreciable?". Darryl no pudo evitar reírse. Se acercó y la miró directamente a los ojos. "Princesa Natalia, lo que has dicho no es correcto. Está claro que no pudiste bloquear mi fuego frío de loto blanco y fuiste capturada por mí. ¿Cómo puedes decir que soy despreciable?".
"Tú...".
La cara de Natalia enrojeció y se quedó sin palabras.
Darryl pasó por delante de los barrotes metálicos y le sonrió. "Puedes pedirme que te deje ir, pero quiero hacerte unas preguntas. Tienes que responderlas con sinceridad".
Para ser sinceros, capturar a Natalia podría ser beneficioso para los Nueve Continentes, pero también tenía sus inconvenientes. La Tribu Raksasa estaba ansiosa por salvar a su gente, así que era difícil garantizar que no hicieran alguna locura.
Después de pensarlo, Darryl decidió