"Hermano, por favor no te vayas todavía. Juega conmigo un poco más”. La princesa Evergreen balanceaba el brazo de Darryl mientras le preguntaba: "Hermano, ¿a qué parte del palacio sirves?".

En el palacio había muchos grupos de eunucos. Algunos trabajaban en la cocina, otros en la sala de estudio, otros para servir a la Emperatriz y la Princesa.

“Yo soy…”, Darryl se rascó la cabeza y dijo: “Acabo de llegar al palacio. Todavía no me han asignado una sección...".

Mientras hablaba, Darryl observó la reacción de la Princesa Evergreen. Su reacción fue demasiado vaga. ¿Sospecharía la princesa algo?

Antes de que pudiera terminar, la Princesa Evergreen interrumpió emocionada mientras aplaudía. "¿Es eso cierto? Genial. En ese caso, me seguirás".

“¡Mi**da! ¿Ser su eunuco?''. Darryl no podía reír ni llorar. Solo tenía que estar de acuerdo con una sonrisa amarga.

Durante la siguiente hora, Darryl contuvo su frustración y pasó el tiempo travesiando con la Princesa Evergreen. Después de jugar u