Ashley asintió. Aunque Darryl no era un guardaespaldas competente, se las arregló para sacar al hombre enmascarado de su casa.
Pensó que era más seguro para ella y su hermana si Darryl podía quedarse con ellas hasta que llegara su padre.
Darryl no tuvo otra opción que sonreír y asentir con la cabeza. "Está bien".
Luego, Darryl se sentó en una silla cercana, donde podía mirar abiertamente a las hermanas.
Pensó que eran bastante atractivas.
En términos de apariencia y temperamento, la hermana mayor, Ashley, era fría y elegante, mientras que la hermana menor, Tiffany, era pequeña y alegre.
Era simplemente un festín para los ojos, especialmente cuando las dos hermanas estaban en pijama.
Darryl se sentó allí mientras admiraba y comentaba discretamente sobre ellas.
"¡Mis hijas!".
De repente, escucharon pasos desde afuera, seguidos de una voz gruesa.
Un hombre de mediana edad abrió la puerta; parecía ansioso. Llevaba traje y tenía las cejas pobladas, los ojos grandes y la