Capítulo 830
Ricardo se puso severo al instante y dijo, —¿A quién llamas hombre pobre?

¡Cómo podía ser un pobre! ¡Era el hombre más rico de Ciudad Norte!

La enfermera le miró con desdén y le dijo, —ni puedes pagar las facturas médicas, ¡y quieres que la señorita Ruiz te ayude!

Ricardo estaba cabreado, ¡y juró derribar este hospital cuando se recuperara!

Poco después de que los médicos y las enfermeras se marcharan, la sala volvió al silencio.

Magnolia había estado conteniendo la risa hasta después de que se hubieran marchado, entonces no pudo evitar reírse a carcajadas. —¡No pensé que tuvieras un día así, Ricardo!

Ricardo apretó los dientes exasperado, —¿Ya te has reído bastante?

—Todavía no, déjame reír un rato más.

Magnolia se rio tan fuerte que le dolía el estómago, que nunca había visto a Ricardo en un estado tan lamentable.

Después de todo, este hombre solía tener la postura orgullosa, y nunca pensó que un día llegaría un momento en que caería así.

—Magnolia, tú arreglaste todo esto ¿no?, ¿a d
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