Capítulo 80 —El despertar
Narrador:
La luz del sol filtrándose a través de las cortinas del hospital iluminaba suavemente la habitación, bañando todo con un resplandor cálido. Mickaela estaba sentada junto a la cama, su cabeza apoyada en el colchón, mientras su mano permanecía entrelazada con la de Xavier. Las ojeras bajo sus ojos eran el testimonio de las largas horas sin dormir, pero no se había movido de su lado desde que había llegado. Un leve movimiento en la cama hizo que Mickaela levantara la cabeza de inmediato. Sus ojos se encontraron con los de Xavier, que se abrían lentamente, todavía algo nublados pero conscientes. Un suave jadeo escapó de sus labios mientras su corazón daba un vuelco.
—Xavier… —su voz era un susurro cargado de emoción. Él intentó hablar, pero su garganta parecía seca. Mickaela tomó rápidamente un vaso de agua de la mesita de noche y lo ayudó a beber con cuidado. Sus manos temblaban ligeramente mientras sostenía el vaso. —Tómalo con calma, no te apresures