— Déjame ir Mason. — Pidió seriamente Thomas a su primo.
— ¡Un mes! — Exclamó el CEO Miller. — Solo dame un mes y si en ese tiempo no logro que ella misma me cuente toda la verdad, podrás decirle a Leandro cuánto quieras.
Thomas mostrĂł una semi sonrisa en ese instante al escuchar el trato que hacĂa su primo.
— ÂżUn mes? La Ăşnica razĂłn por la que podrĂa aceptar algo asĂ. Es por quĂ© sĂ© cuánto querĂas a esa modelo Layza y—
— ¡Layla! Ya te dije que ella se llamaba L-A-Y-LA. — Interrumpió Mason molesto a su primo.
— SĂ, eso. — ContestĂł Thomas con total desinterĂ©s. — Como te decĂa, solo te dejarĂ© intentarlo un mes por quĂ© me das mucha lástima primo, pero que te quede claro. — AdvirtiĂł el hombre de ojos celestes. — A la primera que vea que estás buscando lastimar a nuestro amigo, las cosas cambiarán drásticamente. No es justo que solo nosotros lo sepamos, es como si tĂş intentarás ir por ella con ventaja y Leandr