"En realidad…"
"¡Ejem! Así que ya has despertado".
Lolita se quedó helada cuando Diego apareció de repente en la puerta.
La cabeza de Lolita se inclinó inmediatamente, con las manos apretándose entre sí.
El miedo volvió a recorrer el cuerpo de Lolita.
Fragmentos de esas imágenes repugnantes volvieron a atormentar a Lolita, perturbando su cordura.
"¿Diego, cuándo llegaste?", preguntó Hans.
"¿Qué estabas haciendo que no te diste cuenta de mi llegada, hmmm?"
La pregunta de Diego hizo que Hans se sintiera incómodo.
No se podía negar que estaba demasiado concentrado en la chica que tenía delante. Estaba a punto de obtener la respuesta a su curiosidad, cuando de repente llegó Diego.
Desafortunadamente, Lolita de repente se calló, Hans estaba aún más curioso. Lo que le estaba pasando a la chica tenía algo que ver con Diego.
"¿Señorita Lolita, está bien?", preguntó Hans. En lugar de responder, la chica se inclinó aún más, negando con la cabeza rápidamente.
Su largo cabello, que caía sobre sus