—No habrá necesidad de que mi hermana juegue, te apuesto que en cuanto la veas, solo te emocionarás y le darás un pequeño regalo, mientras ella te sonríe y con ello olvidarás todo…
—Eso no es verdad —replicó Sierra al instante, intentando mostrar un gesto indignado hacia Orión, algo que parecía dive