Sus brazos me cubrieron y no rechiste, necesitaba esto, necesitaba tenerlo cerca, estar a su lado y solo disfrutar de un buen momento juntos, sin mucho hablar entramos en la casa, tuvimos una buena comida, y luego nos fuimos a dormir juntos, era algo indispensable.
Yo lo necesitaba, Íker me había demostrado que también anhelaba nuestros momentos y por lo menos me daría este placer antes de seguir con mis planes.
¿Cómo te fue en México? – pregunto apenas entramos a la habitación, bien sabia que se enteraría, pero lo directo de su pregunta me encanta, sonreí y él también lo hizo – solo quería saber, hablaste de ello una vez y siempre quisiste ir, pero … - trato de excusarse y para salvar el momento le conté.
Bien y mal – solté un suspiro, mientras buscaba algo que ponerme en mi armario – mi armario – suspir&eac