*Narrador Omnisciente*

Samantha, se sintió extraña, no pensó que sentirse nuevamente soltera le causaría un poco de desconcierto, quizás su mente se había acostumbrado a pensar que en cuatro años, seria el final de su relación matrimonial con Daython.

César, no le había dicho nada, pero Samantha, sentía el nerviosismo de su primo. Daython, ya había enfrentado nuevamente el mundo por él y ahora, le tocaba a César, dar ese paso. Samantha, lo abrazó refugiándolo en sus brazos.

─ Después que nazcan mis primos lo haré ─ susurra César y Daython, Samantha y Aleska, lo observan.

─ Nosotros estaremos contigo apoyándote ─ le asegura Aleska, también abrazándolo. Luna, ingresa en la habitación y la española, es la primera en levantarse para saludarla. Samantha, se queda observando a Luna, pensando que parece imposible que ella, tuviese una patología tan fuerte. Samantha, hasta pensó que un milagro divino, estaba obrando en el cuerpo de Luna.

Una hora después Jaime, llega a la habitación de Sa