Narrador Omnisciente.

El trayecto es largo, pero no incómodo. Al llegar a su casa Samantha, observa que está oscura, pues hoy no ha estado nadie en ella, del hotel cada quien se fué a sus quehaceres y ahora sus padres están de guardia, y su hermana Lissie, con quién debe hablar sobre lo sucedido a Daython, está en la mansión Lumbardi.

Samantha, sube las escaleras y llega a su habitación, enciende la luz, gira su cuerpo y...

Jaime, está sentado en la cómoda, que está acomodada al lado de su cama.

─ ¿Qué haces aquí? ─ Le pregunta Samantha, caminando y colocando su cartera sobre la mesa de noche.

─ ¿Así me recibes? Todos murmuran de mi novia, la llamo para que me dé una explicación, le escribo, le dejo mensajes y ella, ni pendiente ─ gruñe Jaime, observándola.

Samantha, recuerda que desvió las llamadas de Jaime y ocultó sus mensajes, desde hace un mes que culminaron y se le había olvidado activarlos nuevamente.

─ Esta mañana cuando te dejé en la habitación del hotel Lumbardi, no esta