Capitulo 5

7 años después 

Los rayos del sol chocan los enormes cristales de uno de los principales y populares edificios de la ciudad de Nueva York. 

Una mujer glamorosa de una esbelta figura llega a tal edificio, haciendo sonar sus tacones al caminar, llamada así la atención de los presentes, mostrando sus buenas curvas más un pronunciado escote, lentes negros y una media sonrisa.

Llegó hasta la recepción  -Buenas tengo una recervacion a nombre de Mia Castel

-un momento por favor, si es la suite número 3

Se dirigio al ascensor 

-al noveno piso, por favor le supo decir al joven.

Al llegar, se puso a buscar su habitación, entro a una lujosa suite 

-por finnn! -dijo con un suspiro de alivio 

-no comprendo como aguante tantos tiempo estos zapatos del demonio -dijo cuando se libero de ellos

En su bolso, su teléfono no dejaba de sonar.

-¡Hola! Papá si ya eh llegado...si dejame descansar quince minutos... por favor, esta bien no te preocupes voy a hacer puntual.

Trabajar en el bufete de abogados Castel es una gran oportunidad que cualquier abogado recien diplomado decea obtener, alli además de adquirir experiencia también se obtiene prestigio, pero que tu padre sea el fundador y presidente, solo causa rumores de favoritismo por lo cual mi esfuerzo es el doble para demostrar que soy mas que la hija de.

-ahora a relajarme antes de la cita con este cliente -se dijo asi mismo.

Unas horas mas tarde llegaba Mia al restaurante donde se llevaría a cavo la reunión.

Un lugar que pocos pueden darse el lujo de pagar.

-buenas noches señorita, tiene reservación, si no es así le pido de la manera más cortez que se retire porque solo aceptamos con recervacion anticipada.

Una mujer elegante y muy amable la atiende en la entrada.

No puede ser me olvide del nombre -pensó ella

-me espera un ratito, tengo que atender esta llamada 

Fingió que la llamaban para poder evitar la vergüenza y así llamar a su papá

-mía, que sucede según los cálculos en este momento tienes que estar con el cliente, no me digas que lo arruinaste.

-espera papá, frena tu coche, aun no me reuno con el cliente, pasa lo siguiente no recuerdo el apellido.

-acaso no leíste el folio que te dieron con todos los datos? Eso es fundamental y lo sabes! -casi se hoy gritar.

-si pero su ficha no me pareció importante, lo leería después, y me olvide, ahora puedes decirme el apellido por favor.

-de Jesús... -casi se le cae el teléfono de la impresión. -mía me oíste, apúrate y no lo hagas esperar, si conseguimos este contrato, nos beneficiará para el futuro, así que no lo arruines.

Y colgó.

-debe ser una coincidencia -se repetía una y otra vez después de recomponerse -muchas personas tienen ese apellido.

Llego nuevamente a la recepcionista.

-me dice el apellido con que hizo la reserva.

-reservacion al señor de jesus 

Miro una lista y luego tacho algo.

-acompáñeme por aquí por favor 

La llevo a una zona poco concurrida, se frotaba las manos, su corazón empezó a latir mas rápido de lo normal, -porque me siento tan nerviosa _se decía -calmate mia _se volvía a repetir. 

Llegaron a un salón más íntimo, con menos comensales, llegaron a la mesa cinco, aquel muro que construyó todo estos años acaba de desmoronarse en un segundo cuando a la vista quedo aquella persona que tanto daño le causo.

-buenas noches señorita, tome asiento por favor -dijo un joven que también alli estaba.

Tomo conpostura y puso su rostro de negocios, con ese que ya estaba familiarizada.

Porque después de tanto tiempo tuvo que volver, todos estos años me quedo claro lo poco que signifique para el, se había ido de la noche a la mañana y volvió de la misma manera.

parece que la vida se burla de mi.

Este Levantó la mirada, sus bellos ojos ya no tienen ese brillo característico, ahora están opacos. 

Y si me reconoce, aunque no creo? cambie mucho Por lo menos en lo físico, ni yo me reconozco.

Eso!!, si no lo hace puedo hacer lo mismo.

-Tenia entendido que seria el señor Castel quien vendría a la reunión y no que mandaría a su secretaria, que falta de respeto -soltó como si nada, como si hablara del clima.

Que pasó con el Elir del pasado, este es un completo extraño, no se me ara difícil tratarlo como tal, eso no evita que una rabia descomunal brote de mi.

-no soy la secretaria de nadie y si lo fuera no tengo nada de malo

-no, claro que no pero no puedo hablar de temas importantes y confidenciales con alguien que no conozca el tema.

-primero, yo soy abogada de la firma, una que tiene experiencia en el tema, por algo me envió el señor Castel en su reemplazo no cree?

-esta bien señorita, puede tomar asiento, por favor -interviene el otro joven.

-Elir por favor. -le dijo este en un tono cómplice.

-disculpe...cual es su nombre no le estare diciendo señorita todo el tiempo.

-Puede llamarme, señorita Castel. -dijo ella a seca.

Ambos sujetos se vieron y luego a mia 

 -eres hija del señor Roberto Castel? -Dijo el mas joven 

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