NARRADOR
tras pasar todo el día investigado con su papá, Sofía y Fabio, reducieron su lista de posibles sospechosos a únicamente dos personas, la esposa y la amantes, pues a los demás los tenían bien ubicados a la hora del crimen.
—Hija, ya es un poco tarde, me ayudaste muchísimo hoy, volvamos a casa y yo seguiré en la semana con lo que falta —Fabio, se levanta oara recoger sus cosas.
—Esta bien papa, aunque yo podría seguir ayudándote después de la universidad —responde Sofía con una gran sonrisa a su papá.
—Ya me ayudaste demasiado, además tu tienes mucho que estudiar y un novio que de seguro quiere pasar tiempo contigo, así que norte preocupes princesa, yo me encargo del resto —comenta Fabio y su hija sonríe.
—El entiende que me guste trabajar contigo y no le molesta, así que cuando necesites ayuda solamente dímelo papá —insiste Sofía y su padre la abraza, para luego dejar un beso en su frente.
—Lo tendré en cuenta princesa, ahora vamos a casa a cenar y descansar o tú madre nos va