—¿Y quieres perder la virginidad conmigo? —Se señaló a sí mismo.
—Yo te he conocido y me has gustado siendo virgen, ¿Qué quieres que haga? —Alzó los brazos, sin más explicación.
—¿Por qué me has elegido a mí para que sea tu primera vez? —Tomó suave su mentón y la miró a los ojos. Lo que ansiaba era que ella le diera una buena razón, para arrepentirse y dejarla fuera de sus verdaderas intenciones.
—No es que te haya escogido para que me desvirgues y ya, es que... creo que me enamoré de ti, y desde que lo descubrí, solo he estado soñando con el momento, de ser completamente tuya. —le respondió ella.
—<<¿Cree que se enamoró de mí? Él no creía en esos sentimientos. Y lo que ella sentía, no era más que un capricho del momento. Una niña curiosa que quería experimentar, cómo sería perder su virginidad con un hombre mayor. Entonces, ¿Él era su conejillo de Indias? No, no iba a ser utilizado por ninguna otra mujer, fuera de la manera que fuera, y mucho menos, por una niña boba como Sun-Ji, que