Jack salió con Maddy del cuarto de limpieza donde estaban, cuando un doctor choco con el su hombro.
-¡Disculpe!- dijo Jack
Este doctor lo miro y miro a Maddy para seguir donde se dirigía.
-¿Quién es él?- preguntó Jack a la doctora.
-Es un nuevo doctor, se llama Alex Solis . Es de origen colombiano pero radicado en Estados unidos.
Jack tenia un sexto sentido y le indicaba que este doctor ocultaba algo, le pareció sospechoso su actitud y decidió vigilarlo. Solo con la mirada podía descubrir hasta el mas culpable de las cosas por nada era el mejor comandante de narcóticos del departamento. doctor Karl Depp.
-¡Disculpe!
Ambos se miraron y siguieron.
¿Quién era?
-Es el sub-director Karl Depp. Dijo Maddy fastidiada.
-Sucede algo- la miro intrigado.
-Es que no lo soporto.- dijo Esta. Hace una semana una paciente que tenia que ser atendida por mí, este no quiso, pasándosela a otro doctor. Te juro que si yo la hubiera atendido ella estuviera viva.
Jack alzo la ceja intrigado. Eso quiere decir…
-No se pero cada vez que yo estoy con un paciente que estoy segura puedo salvar, me quita los casos y se lo pasa a otro doctor.
-¿Y que sucede con los pacientes?
-Terminan retirándose a otro hospital porque no se sienten seguros con el nuevo doctor asignado.
-¡Entiendo!- Para Jack esto era una sospecha mas a la duda que este tenía.
Al llegar se dio cuenta que estaban en el consultorio de Maddy. Esta lo invito a pasar.
-¡Yo!- Maddy quiso hablar de nuevo pero Jack la acerco a él nuevamente besándola-
-Dejemos esto para la noche, te invito a cenar a mi departamento.- comentó.
-Salgo a las once.- dijo apenada.
-Vengo por ti.- La volvió a besar. Cuando tocaron la puerta era la secretaria de la doctora Maddy para avisarle que ya tenia otro paciente.
-¡Doctora!-
-Yo me retiro. – se disculpo.
Maddy aun se encontraba nerviosa y apenada por lo sucedido en el cuarto de limpieza con Jack no entendía como pudo caer en los brazos del comandante.
Jack se marcho para merodear el hospital a sus anchas, ya tenia la autorización del director del hospital puesto, este se encontraba seguro que los culpables estaban en este hospital. Se quedo mirando a cada persona del hospital, sospechando de cada doctor hombre y mujer que trabajaba allí.
De Maddy no sospechaba nada puesto la había investigado demasiado bien y ahora mas de otra manera. Pensó Mirandola trabajando.
Las horas pasaron y Jack volvió a la comandancia para tratar de encontrar mas pistas del caso, cuando quiso darse cuenta iban hacer las once, para recoger a la doctora. Dirigiéndose al lugar donde habían quedado.
Maddy estaba esperandolo en la entrada. No sabia si estaba loca o desquiciada puesto solo tenía unos días de conocerlo y estaba aceptando su invitación. Estaba segura que no podría resistirse a él aunque quisiera.
Al verlo llegar esta le sonrió. Este le abrió la puerta. Maddy al entrar dentro de su coche y percibir su colonia fue como chocar con una muralla y ver estrellas a mi alrededor. Me sentía embrujada por él. Este puso sus manos en mis piernas sobándome y yo estaba toda derretida por él.
Llegamos a su departamento, era como lo esperaba de color tenuo y oscuro. Indicaba su hombría Y su corpulento cuerpo me intimidan, me atrapa y no me suelta. Cuando llegamos a la puerta de su habitación ya me tenia acorralada en sus brazos, besando cada poro de mi piel y cuerpo. Dejándome en la tanga que llevaba puesta esta mañana debido a que el sostén este me lo había roto cuando estuvimos juntos, solo podía sentir sus besos sobre mi cuerpo. Nos dejamos llevar por el calor de nuestra piel, sentía que me quemaba.
-¡Jack! Espera. .. esto es una locura…
-¿Porqué?
-Yo soy virgen, ni siquiera se porque me he dejado besar por ti e inclusive manosear. -Le respondió cubriéndose
-¡Maddy! Eres increíblemente hermosa. -le dijo acariciándola con el pulgar. Yo tampoco se porque me he dejado llevar por lo que siento por ti.
-Por mi.
-¡mmm! Tu me atraes como un alelí sin proponértelo. -Le recalco . Eres mi adicción. La volvió a besar en el cuello.
Maddy suspiro rindiéndose a las caricias del comandante. Sus labios se apoderaron de los míos y sus manos me subieron mas a él. Mientras paso su mano por su espalda. No sabia en que momento se desnudo pero era un hombre guapísimo y muy atlético. Su lengua se introdujo en mi boca saboreando cada parte de mi. La sensación de querar más que eso se hizo mas fuerte y profunda cuando esta sintió su erección sobre su cuerpo desnudo sobre ella. Joder no tenia experiencia en esto pero Jack era lo máximo porque me tenia como una gelatina en sus brazos.
-¿Quieres seguir?- le dijo roncamente.
-¡Oh, si!- le contesto perdida.
Este sonrío y me cargo en brazos para acostarme en su cama. Mirándome como un lobo hambriento. Se desnudo solo para mi, se coloco un condón todo atento a mi mirada, nunca la quito solo me miro a mi.
olvidándome de todo, de mi nombre, de lo que vivi, de mi inexperiencia, me daba igual que esto fuera algo pasajero, lo quería para mi ahora.
Las palmas de sus manos recorrieron cada zona de mi cuerpo como si fuera un tesoro muy hermoso que cuidar, solo senti cuando sus dedos volvieron a indagar mi cuerpo otra vez. Sus movimientos eran rítmicos y deliciosos haciéndome estremecer de placer.
-Eres preciosa- concluyó al verme gemir. Atrapando mis labios nuevamente . Ambos comenzamos un vaivén de besos y caricias que hacían que nuestro cuerpo se extasiará. Me senti sensible a su tacto, muy excitada por su cuerpo, pero mas viva que nunca, borrando cada inseguridad y miedo que antes había sentido por causa de un hombre ya no era asqueroso. Era maravilloso.
¿Qué me pasaba con este hombre? No puedo entenderlo. Solo se que estoy deseosa de él.
Nuestro placer aumento cuando este decidió que era suficiente y ya me encontraba preparada para su invasión, solo senti su dureza introduciendosé poco a poco en mi vagina. El dolor era molestoso, mientras él me besaba para tranquilizarme que todo estaría bien, solo senti el dolor profundo cuando este me dio la estocada final.
-¡Perdón! Eres tan estrecha- gimió de placer.
-¡Duele!
-¡Lo se, Nena!- gimio-Te acostumbras a mi tamaño.
-Eres muy grande.. se quejo de placer- cuando comenzó a sentir que llegaba al punto G.. apretando su cadera a la mia cada vez, solo podía escuchar el repiqueo de la cama, cada vez que el entraba y salía de mi vagina. Los movimientos comenzaron hacer mas deliciosos todavía. Y entoncés senti como este mordía mis labios de placer.
-Eres mi adicción, nena. – gimió Creo que eres mi locura mas hermosa.
-¡Jack!
-¡Dios!- gimio volviendo a entrar dentro de mi una vez más pero acelerando el ritmo que nos llevo a la cima a los dos.
Ambos sentimos que nuestros cuerpos llegaron y fueron sacudidos por el placer.
Después de llegar a la cima, ¿Estas bien?- le preguntó.
-¡Si! No me preguntaras porque fuiste el primero.
-No- le dijo- Te deseo como ninguna mujer. Solo tú.