EMMA.
No pude evitar que el resto de días, William estuviera cerca. Algunas noches compartimos en el club, por las mañanas que iba al gimnasio, trotaba conmigo, y de cierta forma, cuando nos estuvimos despidiendo en el hotel, Mia y yo compartimos nuestros contactos, y dijimos adiós a este viaje que, de cierta forma, había sido un buen pasatiempo.
—Espero que tengas un buen viaje… tardaré unos días más aquí, y volveré a Manhattan… pero no creas que se me olvida mi viaje a New York… —Sonreí asintiendo un poco, y luego le extendí la mano.
—Fue un placer, William… —él tomó mi mano, y la apretó reteniéndome.
—No lo digas como si esta fuera la despedida… realmente quiero volver a verte…
Asentí.
—De acuerdo… en algún momento.
Me despedí también de Davis, y luego nos metimos en el auto que nos llevaría al aeropuerto, mientras William se perdía de mi vista.
Me recosté en el asiento suspirando, y luego de que aterrizamos luego de casi 4 horas de vuelo, escuché cómo Mia me dijo:
—Sé que tienes m