Tres pares de ojos veían como Gael desaparecía por el ascensor.
—¿Qué fue lo que te pasó? — preguntó William ya desesperado por saber qué había pasado, más porque ella se veía golpeada y eso le dolía.
—Federico, estaba en casa con unos amigos. — William maldijo molesto haciendo que ella se quedara en silencio.
—Ese maldito desgraciado, yo no debí dejarte ir sola.
— Nadie sabía que ese hombre estaba libre...
—¿Y tú jefe no pudo avisarte? ¿No se supone que él era quién lo tenía encarcelado? — William interrumpió a Audrey quién lo miró asombrada, la manera en la que habló de Gael a ninguna de las dos mujeres les gustó. Por lo que Jenny se colocó