Esa noche, Brith llegó al restaurante “Le Jardin” y encontró a su madre esperándolo en una mesa privada. Su madre, una mujer elegante con cabello perfectamente peinado y un vestido azul oscuro, lo miró con una mezcla de cariño y severidad.

"Llegas tarde" dijo, levantando una ceja.

"Tuve un día complicado" respondió Brith mientras se sentaba frente a ella.

Ella lo observó detenidamente, como si pudiera leer sus pensamientos.

"Deja de hacer tonterías y cuida de tu familia, Brith. Si no lo haces, terminarás como yo, sola y llena de arrepentimientos."

Brith frunció el ceño."¿A qué te refieres?"

"No todas las mujeres están dispuestas a soportar lo que yo soporté. Brihana parece estar en su momento más difícil. Si no la cuidas, la perderás."

Brith suspiró y se pasó una mano por el cabello."Últimamente está muy sensible. Se altera por cualquier cosa que digo."

Su madre lo miró con una expresión de exasperación.

"Las mujeres tienen instintos, Brith. Si está así, puede ser por dos cosas: o está