El pecho de Shaun le dolía ante las palabras de Freya.

Él miró el rostro frío de Catherine y de repente recordó que solo hace poco tiempo, los dos todavía estaban nadando en el Monte Wellington. Los ojos brillantes y claros de ella, la forma en que ella ocasionalmente actuaba coquetamente con él, y lo dulce que era su risa...

¿Cómo cambió todo en un abrir y cerrar de ojos?

"Lo...".

"No tienes que decir que lo sientes". La voz clara y fría de Catherine lo interrumpió. "Porque nunca te perdonaré".

“Será mejor que vayas a proteger a tu preciosa Sarah”, Freya dijo burlonamente, “Después de todo, si algo le sucede a ella, siempre e incondicionalmente harás todo lo posible por acompañarla y protegerla. Shaun Hill, a tus ojos, la posición de Sarah es simplemente demasiado especial. ¿Por qué no puedes admitirlo?”.

“Por un lado, crees que no la amas, pero quieres protegerla. Por otro lado, quieres el amor de Catherine, pero quieres que vuelva contigo sin importar cuánto la lastimes. ¿Cree