Chester bebió mucho esa noche.

Todavía se sentía mareado cuando fue a la empresa al día siguiente.

Se sintió mejor solo después de beber una taza de café que le pidió a su secretaria que le sirviera.

Ken de repente llamó a la puerta desde afuera y entró. “Presidente Jewell, descubrimos algo con la investigación que me pidió que realizara sobre Renacer la última vez”.

Chester estaba sorprendido.

Solo entonces recordó que le había pedido a Ken que investigara a Eliza durante ese período. Le parecía extraño que Eliza fuera Renacida.

Si hubiera sido ayer, definitivamente habría estado interesado.

Sin embargo, Chester ya había decidido que no tendría interacciones privadas con ella excepto durante el trabajo. Era demasiado perezoso para seguir investigando sus secretos también.

“No tienes que contarme más sobre su información en el futuro. Deja de investigarla también”, dijo Chester con indiferencia.

Todos tenían sus propios secretos. Chester temía que cuanto más descubriera, más i