Jessica miró su maleta en el suelo.

En el fondo, sentía una indescriptible sensación de cansancio.

Después de trabajar toda la noche y entretener al Presidente Lennox, tuvo un accidente y quedó empapada por la lluvia. En lugar de descansar cuando llegó a casa, fue torturada durante mucho tiempo.

No solo estaba cansada, sino que tampoco se sentía bien.

En realidad, su salud siempre había sido buena. Sin embargo, no había descansado bien los últimos días, así que estaba segura de que se enfermaría al día siguiente.

“Está bien. No me llevaré la maleta, pero ¿puedo ir al hospital?”.

Jessica levantó la cabeza y le preguntó: “¿O todavía necesito servirte con mi cuerpo sangrante? Lo siento, pero me preocupa morir de cansancio en la cama. Probablemente no sentirás pena si muero de todos modos. Pero si muero en tu cama, tal vez vayas a la cárcel. Si no estás preocupado por ti mismo, deberías hacerlo por tus padres y tu hermana”.

Ella lo miró tranquilamente. En sus ojos oscuros, él era co