"Si Dani adelgaza...". Ryan dijo con una sonrisa, "entonces te compensaré con mi cuerpo".

"Eso quisieras".

Freya le pellizcó el muslo.

Ryan aprovechó la oportunidad para tomarle la mano. "Mira. Te vas a ir pronto, pero solo te preocupa que Dani te extrañe. ¿No te preocupa que yo también te extrañe?".

"Podemos hablar todos los días, pero Dani no". Freya se sintió un poco culpable. Como su novia, en realidad, lo había descuidado en los últimos dos días. "¿Estás celosa de una niña?".

"No. Yo solo...".

Cuando estaban en un semáforo con luz roja, Ryan se inclinó hacia delante y le dijo con voz baja y ronca al oído: "Te extrañaré demasiado".

"...".

Cuando el aliento del hombre le rozó la oreja, su cabeza le empezó a hormiguear a pesar de sí misma.

"Mantén los ojos en la carretera".

Sin saber cómo responderle, Freya solo pudo reprimir su timidez y forzar una advertencia.

"De acuerdo".

Cuando el coche llegó al estacionamiento del aeropuerto, los dos se desabrocharon los cinturones