”Nop”, respondió Eliza brutalmente. Después de un momento de silencio, ella dijo: “Si estuvieras soltero, podría tener un poco de interés en ti. Pero ahora que ya estás casado, incluso viniste a coquetear conmigo. Como mujer decente, siento que eres…”.

“¿Qué piensas de mí?”. Al verla reprimirse, Chester la interrumpió con impaciencia.

“Demasiado basura”, dijo Eliza, “Tu comportamiento es repugnante, pero lo disfrutas, pensando que eres muy bueno coqueteando”.

El hermoso rostro de Chester se oscureció ya que ella lo estaba haciendo quedar mal.

“Bien hecho, Eliza”. Él sonrió sombríamente antes de empujarla fuera del coche. “Sal”.

Eliza salió apresuradamente y tomó su maleta.

Después de darse cuenta que ella no estaba mirando hacia atrás en absoluto, Chester sacó un cigarrillo. Rompió el cigarrillo en dos en lugar de encenderlo.

Un momento después, se rio sombríamente, lo que envió un escalofrío por la columna vertebral del chófer.

...

Chester regresó al último piso de su residen