“…”.

¿Qué había para que él estuviera j*didamente feliz?

Rodney también estaba frustrado. No sabía qué le pasaba. “Pero… ella lleva a mi hijo en su estómago”.

“Entonces deberías cuidar más a esa niña en el futuro”, dijo Wendy mientras sonreía, “Tienes suerte de que sea una niña. Las niñas son escasas en la familia Snow. Tu abuelo se puso muy feliz cuando se enteró”.

Rodney parpadeó. Estaba sorprendido.

¡Él lo sabía! Era una niña. Tener una niña era bueno. Ella sería suave y adorable. Además, las niñas generalmente se parecían a sus papás. Si ella heredaba su exquisita apariencia… Ejem, seguramente sería la belleza número uno de toda Canberra.

“¿En qué estás pensando?”. Wendy agitó su mano frente a Rodney. “Viendo tu tonta sonrisa, debes estar extasiado. Incluso obligaste a Freya a abortar al bebé en ese entonces. Casi. Casi había perdido al bebé”.

Rodney se estremeció. Era cierto. Su pequeño ángel casi había desaparecido.

“Mamá, no te preocupes. Definitivamente cuidaré de Freya