Cuando llegamos al apartamento me di cuenta de que ya casi estaba anocheciendo. Parecía que pasábamos más y más tiempo juntos el domingo. Me duché, me puse el pijama y me preparé un sándwich, la única comida que sabía cocinar. Me senté en el sofá y encendí la televisión, aunque no estaba prestando atención a nada. Estaba un poco nervioso por la conversación con Samantha. Ella debería serlo aún más. Pronto salió de la ducha y se sentó en el sofá a mi lado, con las piernas en alto, vistiendo una bata de baño y una toalla envuelta alrededor de su cabello húmedo.
- Bueno, Ari, ahora cuéntame todo lo que hablaste con Jonathan.
Incluso estaba un poco confundido. ¿Sabía ella lo que había pasado?
- ¿Como asi? – Pregunté un poco desconcertado.
- ¿Qué dijeron de mí? preguntó ansiosamente.
Respiré un suspiro de alivio. Por un momento pensé que ella podría haber sospechado algo.
- Sí, hablamos de ti.
- Entonces no me dejes así... Hablemos pronto. – preguntó mirándome a los ojos.
- Bueno... Es com