Me senté acurrucada detrás de las cajas de almacenamiento, mi cuerpo entero temblaba.
Lágrimas secas mancharon mis mejillas. Sabía que Arlet me estaría buscando, pero no podía moverme.
Ni siquiera conocía a esa mujer, pero mi corazón sangraba por ella. Solo podía imaginar si Arlet le hubiera hecho eso a alguien que conocía.Miré el tatuaje en mi muñeca, la insignia negra de la mafia era