Ya habían transcurrido dos semanas en el que el omega había dejado que el alfa pelinegro sobrepasara sus límites, su celo se había ido en el quinto día y agradecía mucho a los señores Kim por no incomodarlo y darle su espacio en esa nueva etapa
—Buenos días Aurel, ¿llevo eso? —el castaño asintió entregándole su mochila al alfa pelinegro, caminando juntos hasta la institución
Desde hace una semana aproximadamente había dejado de venir con Teo a estudiar, ya que a su mejor amigo el amigo de Stephen le iba a recoger
Aurel fue capaz de ver como las mejillas de Teo se volvían rojas cuando tenía, aunque sea un roce con el alfa de cabellos cenizos
—Te vendré a buscar ¿sí? —el omega asintió yéndose a su salón, algo que le gustaba del alfa era que este siempre le preguntaba antes de hacerlo
Respeta su espacio, le respetaba a él
Entró a su salón en silencio, y se sentó en una carpeta vacía, esperando por su mejo