¿Hijo?
¿Realmente había escuchado eso correctamente?
Tal vez fue el viento, o el ruido de los autos, o incluso su cabeza pensando en el bebé que estaba gestando en su vientre, lo que la hizo escuchar eso mal.
— ¿H-hijo? ¿Tienes un hijo? — Preguntó tartamudeando.
— Tenía... — respondió triste.
— ¿Cómo así? ¿Qué pasó? ¿Dónde está él?
No se había dado cuenta de cuántas preguntas había hecho seguidas.
— Él no llegó a nacer — respondió con tono de voz triste.
— ¿C-cómo así? — se extrañó con esa respuesta.
— Sabes qué, hace mucho frío. Es mejor que salgamos de aquí, o nos congelaremos.
Ethan salió de allí, cruzando la pista, yendo hacia donde su auto estaba estacionado.
Aún impactada por lo que acababa de oír, lo acompañó y al llegar al auto, encontró a Ethan sentado en el asiento del conductor.
— Déjame conducir por ti. — Ella pidió.
— No es necesario, ya me estoy sintiendo mucho mejor — respondió.
— ¿Estás seguro?
— Entra ya, te llevaré a tu casa.
Su manera seria y dura había vuelto, y no