En el Colmillo Sombrío, Alena se mantiene con los nervios a flor de piel.

En el instante en que Johana le ha entregado el mensaje de parte de Luz, ella misma estaba haciendo una investigación para encontrar alguna clase de augurio sobre esa situación. Pero tanto Agneo como varios concejales no habían encontrado absolutamente nada.

Alena es derrotada por el cansancio después de varias horas en suspenso, justo al llegar el alba, comienza a escuchar por el enlace mental a todos los guerreros gritar desesperados.

~ ¡Fuego! ¡Fuego!~

~ La manada está envuelta en llamas~

Ella se despierta desesperada, al mismo tiempo que comienza a vestirse con ropa de guerra, no de luna, sino de una guerrera más, que defiende cada centimetro de territorio de su manada.

Su ropa era una pieza clave para mantenerse protegida en medio de la lucha.

En ese instante, Alena misma identifica que Valen ha despertado, también poniéndose alerta y desenvainando su metálica y brillante espada.

— Estamos siendo atacados