“La carta”
Afrodita
Un toqueteo en la puerta me quita de mi ensimismamiento, me levanto del sofá y me dirijo a la puerta. Con sumo cuidado la abro para encontrarme con el portero - Marcos -, me miraba con una sonrisa sincera, el cariño en sus ojos era claro.
- Señorita, dejaron esto para usted. - Habla a la vez que me entrega un sobre amarillo con mi nombre completo en una esquina.
- Oh, gracias por esto. - le recibo el sobre con una duda creciendo dentro mío. - ¿Quién era la persona que te entregó esto?
- No me dijo su nombre, ni tampoco pude ver muy bien su cara.
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