**EMILY**
Después de que ella me explicara y me pusiera al día sobre los libros de contabilidad en la floristería, decidí darle un toque personal a mi nuevo dormitorio. Es pequeño pero acogedor, y lo mejor es que está cerca de mi trabajo. No más madrugadas ni gastos en taxis para movilizarme. Cambié las cameras de la cama, lavé las cortinas y disfruté de la buena ventilación. Este espacio se siente como un refugio, un rincón donde puedo relajarme después de un largo día.
— Amiga, lo dejaste decente, qué bonito se te ve el dormitorio. — Al día siguiente, mi amiga admirada de cómo había quedado el dormitorio, claro, me acosté demasiado tarde para dejarlo decente para mí, solamente así pude descansar tranquila.
— ¿Te gusta? Me acosté bien tarde, arreglándolo, pero dormí tranquilamente.
— No es muy grande, pero sí es acogedor, sé que aquí te vas a sentir bien mientras busca un sitio donde te sientas más cómoda.
— Para comenzar de nuevo. Hasta mucho es. ¡Muchas gracias por haberme exte