—¡La invitación que tenemos es real!
Sonia estaba visiblemente molesta. ¿Cómo podía Triana ser tan cruel?
—¿Real?
Triana esbozó una sonrisa despectiva y extendió la mano hacia Sonia para pedirle la invitación:
—Entonces tráemela para compararla con la mía, la auténtica.
—¡De acuerdo! —respondió S