—Señorita, vamos de regreso al hotel —dijo respetuosamente Miguel mirando a Beatriz.
Ya había ordenado que se reservara toda la sección de habitaciones del hotel César para no perturbar el descanso de la señorita.
—Hmm —afirmó Beatriz.
Luego añadió: —Por cierto, Miguel, hay una mujer llamada Sonia.