¡Boom!
La palabra “señor” resonó en la multitud como una bomba pesada explotando.
¡Sorprendidos!
¡Asombrados!
¡Aterrorizados!
Innumerables miradas se posaron en Xavier.
El rostro de Uriel se volvió pálido.
La mirada de Triana se quedó fija.
Los labios de Paloma y su hijo perdieron el color.
En el ce