CAPÍTULO 31. SUMISIÓN 
Strella
 Y quedo conmocionada y agitada, porque lo que el me está pidiendo, hacerlo es prácticamente un suicidio, como voy hacer eso, esto se está complicando cada vez más.
 Apago el teléfono para no tener sorpresas y lo meto en mi pantalón y me voy al campamento no sé qué voy hacer para que no me vean cuando le pase mi teléfono para que hable con el.
 Llegando al campamento desacelero el paso y me quedo parada en unas carpas me recuesto en un árbol esperando que anochezca, no puedo hacerlo en el día es muy arriesgado hacer lo.
 Así que saco un cigarro y me lo fumo mientras pasa el tiempo cuando termino el cigarro aplastó los restos del cigarro con mi bota, cuando repente siento unas manos que recorren mi cuerpo.
 No volteo a ver porque ya se quién es y se que se trata de Camilo, él toma de mi mano y me jala y me lleva a su carpa.
 -Vamos ... .me dice.
 No digo nada, porque hoy no puedo discutir con él, el debe estar tranquilo especialmente hoy, con lo que
 pretendo hacer así debo sa