Gabriel cayó sentado al lado del camastro una vez que logró acceder al sueño de la anciana. Erika que sólo pudo ver la escena y desear que nada malo ocurriera, cubrió un poco más del frío a la anciana, y seguidamente acomodó el cabello de Gabriel y le dio una caricia en su mejilla tratando más de controlarse a sí misma. Empezaba a dudar de la utilidad de lo que estaban haciendo, pero ya no había marcha atrás, aunque quisiera no podría romper la conexión mental que se había establecido entre Gabriel y la anciana a menos que irrumpiera dentro del sueño, lo cual la dejaría vulnerable ante el poder de controlar los sueños que poseía Gabriel.
Acomodando el cabello de Gabriel y procurando que estuviera un poco más cómodo, Erika percibió como la frente de él se cubrió de sudor frío y al mismo tiempo la respirac