Capítulo 43. Preguntas que aun no consiguen respuestas.

Renato amplió la fotografía con los dedos.

El fondo mostraba el cementerio cubierto de flores blancas y paraguas oscuros, pero no fue eso lo que le llamó la atención. Fue la expresión del hombre de pie, al borde de la tumba.

Emiliano Del Valle. Su rostro no mostraba condolencia, ni siquiera distancia; había algo más… un gesto contenido, casi íntimo.

No era el semblante de un empresario despidiendo a la prometida de otro. Era el rostro de alguien que había perdido algo que le pertenecía.

Ferrini se recostó en el sillón y sonrió con incredulidad.

-- Así que estuviste allí, Del Valle... – murmuró con el ceño fruncido. -- En el funeral de una mujer que, según los papeles, nunca habías visto en tu vida –

Dio una calada más a su cigarrillo.

-- ¿Qué demonios hacías tú en el entierro de Mariana Soberón? –

Su contacto esperó en línea, atento. Escuchando cada uno de sus pensamientos.

-- ¿Desea que continúe la búsqueda, señor? –

-- Sí – le