Pensé para mis adentros que por muy guapo que fuera ese tipo, no podía superar a cierta persona que yo conocía.
Entre risas, le respondí por audio: —¿Te le lanzaste encima? ¿O al menos le pediste su WhatsApp?
Sofía respondió: —¡La verdad no me atreví! Se veía tan elegante y accesible, pero al mismo tiempo imponente... como que ni modo de acercársele...
Me reí para mis adentros.
Y yo que pensaba que solo yo me comportaba así de tímida con Lucas.
Al parecer existía un hombre capaz de intimidar hasta a la impetuosa y extrovertida Sofía.
Entre carcajadas, le pregunté: —¿No le tomaste una foto?
—Ay... ni me lo recuerdes. Intenté tomarle una foto a escondidas mientras esperaba el elevador, pero su acompañante me descubrió y muy amablemente me obligó a borrarla.
¡No puede ser!
Estaba a punto de responderle cuando alguien tocó educadamente la puerta del privado. El gerente la abrió y anunció con cortesía: —Señorita Navarro, su distinguido invitado ha llegado.
Levanté la mirada de golpe y, al v