Capítulo 47: Testimonio Lapidario.
Ella se alejó lentamente, sus manos aún permanecían en su pecho, como si intentara sellar aquellas palabras en su corazón. Carter la miró, sus ojos brillantes de gratitud y una sombra de miedo que aún persistía en ellos.
El abogado, ahora con sus papeles recogidos y metidos en su maletín de cuero, se volvió hacia ellos una vez más.
—Voy a necesitar todos los detalles Carter, no importa cuán pequeños o insignificantes creas que sean. Un detalle minúsculo podría ser la diferencia entre una pena menor o toda una vida tras las rejas.
Carter asintió, comprendiendo la gravedad del asunto.
—Te sugiero descansar mi niño, que lo que viene no será fácil —dijo su madre y él asintió.
Mientras en su casa, Alejandra, cuando escuchó de su tía que Carter no había admitido los cargos de violación y tortura, sino que había decidido ir a juicio, sintió la rabia agitarse dentro de él.
—Sabía que solo actuaba ¡Es un falso! Él sabe lo que me hizo… pero él debe pagar… debe ir a la cárcel, no quiero que an