En ese momento, llegó el invitado que Avery había mencionado.

Un Buick Business negro se detuvo junto a la entrada.

Las puertas del coche se abrieron y dos guardaespaldas salieron del mismo. Tammy observó la conmoción que había afuera.

“¿Quién es? ¡¿Por qué han traído tantos guardaespaldas?!”.

Avery se levantó del sofá. Cuando pasó junto a Tammy, respondió: “Eric Santos”.

Después de unos meses de rehabilitación, Eric por fin era capaz de ponerse de pie. Él, acompañado de su familia, había ido a hacerle una visita a Avery. Querían darle las gracias en persona.

Eric tenía puesto ropa deportiva de rayas negras y una gorra en la cabeza. Su rostro estaba cubierto por una mascarilla y unas gafas de sol.

Nadie podía distinguir realmente su aspecto debajo de ella. Sin embargo, su escultural figura y su carisma le hacían destacar entre el resto de la multitud. ¡Tenía un aspecto impresionante!

“¡Avery! ¡¿Puedo gritar?!”. El cuerpo de Tammy tembló un poco.

Avery dijo: “Será mejor que no