"¡Busquemos un lugar para prepararnos para el impacto!". Eric había actuado en películas que tenían escenas similares a la situación en la que se encontraban, y sabía lo básico de qué hacer en una avalancha. "Si no podemos correr, tenemos que esperar a que llegue el rescate".

No había forma de predecir los desastres naturales, y aunque los gritos no habían cesado, Layla se sentía mucho más tranquila.

En el peor de los casos, moriría con Eric. Sus padres tenían otros hijos y no tendrían que llorar su muerte durante mucho tiempo.

Lo único que lamentaba era haberle pedido a Eric que fuera a Cambrode. Si ella no lo hubiera hecho, él nunca habría ido allí, y no estaría en este desastre.

"Lo siento mucho, Eric". Layla no veía cómo iban a salir vivos de esta, así que tenía que decir lo que pensaba mientras pudiera. "No debí haberte pedido que vinieras aquí. Yo te puse en esta situación".

"¡No es culpa tuya, Layla! No somos los únicos que estamos aquí; ¡nadie puede predecir algo así! ¡No