Avery le envió una foto. [Tu padre ya no puede controlarnos a Elliot y a mí].

Sebastian abrió la foto y al instante se dio cuenta de lo que era. [¿Cómo está Elliot?].

[Está vivo].

[¿Así que todo esto era una mentira?].

[Sí].

[Lo sabía, y creo que, en el fondo, mi padre también lo sabía. Él solo quiere hacer dinero a través de su tecnología y no quiere que la verdad salga a la luz].

[Lo sé. No le permitiré que haga dinero con esto].

[Haz lo que quieras. No me importa].

Avery solo le había enviado un mensaje para mantenerlo informado. Sin embargo, a él no le importaba lo que pretendiera hacer en el futuro.

Ninguno de los dos le debía nada al otro ya.

Avery salió del baño y Layla ya estaba dormida. Se acercó a la cama y tocó a Layla en la frente. Su hija había crecido y se había convertido en una jovencita sin que ella se diera cuenta.

Avery deseaba poder pulsar el botón de pausa para pasar más tiempo con sus hijos.

No tardó en amanecer y la señora Cooper despertó a Layla para