La operación de Nigel se prolongó desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde.
Joshua nunca apareció.
Shannon, Bonnie y el resto ya se habían ido. Anne era la única que quedó acompañando a Luna en todo el tiempo.
"Ya es muy tarde, ¿Joshua realmente no viene?". Anne le echó un vistazo a la hora, y no pudo evitar empezar a maldecirlo nuevamente. "¿Dónde está su conciencia?".
Luna esbozó una sonrisa irónica. "Hoy... la señorita Blake también tiene una operación".
Tal vez él estaba demasiado ocupado y no podía sacar tiempo para visitar a su hijo. Ella solo podía consolarse a sí misma con ese pensamiento.
Anne abrió los ojos con furia. "¡Voy a echarle un vistazo!".
Tras decir eso, ella ignoró las protestas de Luna, levantó las piernas y se dirigió a la sala del hospital de Fiona.
A Luna le preocupaba que Anne causara problemas y también sentía curiosidad por la situación de Fiona. Ella suspiró y se sentó en el banco. Cada minuto y cada segundo que pasaba le parecía una tor