Al oír lo que dijo Gwen, Stefan sonrió. "Eso es genial".

Si ella podía olvidarse de su triste pasado, aunque él no estuviera a su lado protegiéndola, él no se preocuparía.

"A mí también me parece genial". Gwen sonrió y condujo a Stefan al interior de la villa. Como hacía mucho tiempo que no se quedaba nadie, todo el lugar estaba cubierto de una capa de polvo.

Gwen pulsó el interruptor, pero la zona de estar seguía a oscuras.

Enarcó las cejas y miró hacia la lámpara de araña. "¿Está rota?".

"Creo que no".

Stefan dejó las cosas que tenía en las manos, se dio la vuelta y salió. Pronto se encendieron las luces del interior.

Volvió de fuera. "El interruptor principal no estaba encendido".

Gwen dudó un momento antes de reírse tímidamente. "Lo siento. Realmente carezco de habilidades para la vida".

Su padre la había cuidado y mimado desde pequeña. Después de todo, también era la heredera del Grupo Larson de Ciudad del Mar. Cuando se casó con Ben, él también la trató bien, porque iba