-Última parada. Creo que mejor nos unimos a su campamento esta noche- La voz de Marcos transmitió los pensamientos de Celia cuando vieron el baile de la fogata a través de las hojas balanceándose.
Sopló un silbido bajo para escuchar uno más alto a cambio del campamento, indicando que estaban esperando al trío.
-Estoy de acuerdo. ¿Está bien que no regreses esta noche, Celia?- Ax se había detenido en una rama alta y la miró, donde estaba sentada en una más baja.
-Está bien. He arreglado la cobertura mientras estoy aquí. Con la excepción del último teniente, no ha habido lesiones graves durante aproximadamente dos semanas- Celia se dejó caer sobre el césped cubierto de musgo bajo el oscuro dosel de los árboles. El resplandor de fuego rojo anaranjado la condujo hacia voces masculinas mi