Incluso cuando estaba lidiando con sus pacientes femeninas, él también había estado muy serio. Si había una condición que tratar dentro de cinco minutos, él absolutamente no perdería otro minuto. La razón era simplemente porque habían bastantes pacientes esperando a verlo afuera.

Sin embargo, Mira no se desalentó. Era como si seguir a Vireo y vigilarlo fuera se hubiera convertido en parte de la vida de Mira. No tenía nada que hacer todos los días, por lo tanto seguir a su hombre era considerado lo más importante para ella. Quizás su arduo trabajo había valido la pena, ya que todos sus esfuerzos para seguirlo finalmente no fueron en vano ese día. Finalmente vio a una chica, muy pobremente vestida, saltar a los brazos de su esposo. Si Mira hubiera tenido una botella de ácido en la mano en el momento que vio lo p*rra que le parecía esa chica, se la habría derramado.

Por lo tanto, Mira corrió hacia Vireo desde el final del pasillo. “¡Tú eres un sinvergüenza! ¡Cómo te atreves a involucra